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La victoria de generación en generación
  El 25 de abril de 1932 se echó la histórica raigambre de las fuerzas armadas revolucionarias de Corea.
  Aquel día se inició la historia del ejército, siempre victorioso en la confrontación de más de 90 años con las potencias imperialistas.
  Es porque logró la histórica causa de liberación de la Patria, rechazó la invasión armada de las fuerzas aliadas del imperialismo, acaudilladas por Estados Unidos, y defendió victoriosamente la Patria y al pueblo en todo el proceso de la revolución y la construcción.
  El 25 de abril de 2022 se celebró en Pyongyang el solemne desfile militar en saludo al 90° aniversario de la fundación del Ejército Revolucionario Popular de Corea.





  En la plaza Kim Il Sung de la capital estuvieron alineados los armamentos sofisticados de distintas clases, que demostraban su desarrollo miles de veces mayor que hace 90 años cuando se alzaban las primeras filas contra los agresores con unos 100 rifles en la mano.



  La fundación del Ejército Revolucionario Popular de Corea fue el suceso ecuménico que declaraba la resistencia antiimperialista a muerte, bajo la bandera de liberación nacional e independencia por propia fuerza, y el histórico acontecimiento que abrió la nueva época de la revolución jucheana, apoyada en las poderosas fuerzas armadas revolucionarias-apuntó Ri Hye Suk, investigadora de la Academia de Ciencias Sociales, y prosiguió:
  "En esa parada, el estimado camarada Kim Jong Un enfatizó:
  'La historia de 90 años, saturada de la gloria de las fuerzas armadas revolucionarias, debe proceder en cien o mil años. En el actual mundo en que se enfrentan violentamente las fuerzas, la dignidad y la soberanía del Estado y la paz auténticamente confiable se garantizan por el poderío autodefensivo capaz de aplastar a cualquier enemigo.'
  A continuación subrayó que no puede haber ni satisfacción ni fin en cultivar la fuerza para defender a sí mismo, que nuestra superioridad militar debe ser más absoluta que la del enemigo, sea quien fuere éste, y que la invencibilidad ha de ser el eterno nombre de nuestro Ejército Popular y el preciado honor exclusivo de las fuerzas armadas revolucionarias."











  Por contar con el omnipotente poderío militar cuyo eje principal son las armas nucleares, para nosotros no son ya amenaza o existencia terrible las fuerzas enemigas, y las de nuestra República están dispuestas para enfrentarse a cualquier forma de guerra que desean aquellas.
  La pretensión y voluntad de perseguir el infinito poderío, sin sentirse satisfecho de lo que tiene, son precisamente la auténtica invencibilidad de la RPDC.